BMW ha presentado el X3, un modelo totalmente nuevo, algo más grande (9 cm, llegando a los 4,64 metros de longitud), con retoques en el exterior que acentúan su carácter deportivo y cargado de tecnología sobre todo enfocada a la seguridad, la reducción de consumos y emisiones y a la comodidad en la conducción. Inicialmente estará disponible con un motor gasolina xDrive 35i (59.200 euros) y un diésel xDrive 20d (42.900 euros). Sí es un poco más caro que los actuales, veamos cómo se justifica el incremento… que tiene fácil explicación: la tecnología que monta, por ejemplo.
A finales del próximo mes de noviembre llega al mercado español la segunda generación del denominado por la propia marca su Sports Activity Vehicle y, aunque es un vehículo nuevo mantiene el espíritu del primer X3. En el frontal hay nuevos grupos ópticos y un faldón más marcado, que junto con los laterales con pliegues y nervaduras remarcan la forma de cuña característica de este vehículo; en la parte posterior los faros LED resaltan en la noche, tal y como la marca se ha preocupado por enfatizar. Elhabitáculo aprovecha la mayor longitud para ofrecer más espacio, que está lleno de materiales de calidad y en el que impera un entorno selecto a la vez que funcional.

Así BMW ofrece un diésel con un consumo medio de 5,6 litros a los 100 km/h a pesar de que se ha incrementado la potencia hasta los 186 CV (5kW más que antes). Dicho consumo está 14 puntos debajo que la mecánica a la que sustituye y anuncia 147 g/km de emisiones dióxido de carbono (sólo pagaría un 4,75% de impuesto de matriculación por las emisiones ‘contenidas’). En el gasolina hay menos variaciones, porque también se trata de un bloque ‘enorme’: un seis cilindros de 306 CV que consume una media de 8,8 litros de combustible y tiene unas emisiones de 204 g/km.

La carga tecnológica y el chasis xDrive optimizado permiten que la experiencia de conducción del BMW continúe siendo para los “que les gusta conducir”. La dirección electrónica está conectada con el control de estabilidad del vehículo (DSC) y, si en algún instante detecta un pequeño desequilibrio, manda potencia al eje en el que se está perdiendo para evitar tanto el sobreviraje como el subviraje. Este funcionamiento no es una novedad, pero sí el sistema Perfomance Control, que activa el freno de la rueda posterior que se encuentra en el lado interior de la curva y a la vez incrementa la fuerza de impulsión. De esta forma, el conductor no se encuentra con ninguna sorpresa desagradable si ha tomado la curva un poco por encima de la velocidad recomendada.


Como ocurre en casi todos los modelos de la marca alemana, el X3 ofrece infinitas posibilidades de personalización, por eso quizá pueda parecer escaso el equipamiento de a bordo (excepto el ya mencionado de seguridad, que sí es bastante completo); escaso, pero suficiente para “arrancar”. Eso sí: siempre habrá que contar con una cierta cantidad de dinero para adaptar el coche a nuestras preferencias y no al revés, lo que es una indudable ventaja.